Por qué tu clínica de fisioterapia (o tu academia, tu centro o consulta) está perdiendo dinero cada mes sin darse cuenta.
Carta abierta a los negocios que «no necesitan» una web
Querido propietario de [clínica/academia/consulta/alojamiento] que funciona «perfectamente bien» sin web:
Lo entendemos. De verdad que sí.
Llevas años trabajando así. El negocio funciona. Tienes clientes. Las facturas se pagan. El boca a boca te trae gente nueva.
¿Para qué complicarse la vida con «eso de internet»?
Además, las webs son caras. Requieren mantenimiento. Hay que estar pendiente. Y tú ya tienes bastante con llevar el negocio, ¿no?
Perfecto. No necesitas una web.
Pero déjame hacerte una pregunta incómoda:
¿Cuánto dinero estás dejando de ganar por no tenerla?
1. «Mi negocio funciona sin web»
Claro que funciona. Nadie dice que no funcione.
Un coche sin GPS también funciona. Puedes llegar a todos lados preguntando por la calle o memorizando rutas. Pero vas más lento, te pierdes más, y cuando hay un atasco no te enteras hasta que ya estás metido en él.
Tu negocio funciona sin web de la misma forma: funciona, pero a media máquina.
Mientras tú atiendes a tus 20-30 clientes mensuales que llegan por recomendación, tu competencia con web está captando 50-60. Mientras tú cierras a las 8 de la tarde y ya no puedes captar más clientes hasta mañana, su web está generando consultas, reservas y llamadas las 24 horas.
«Funcionar» y «funcionar a pleno rendimiento» no son lo mismo.
2. «La gente me encuentra por recomendación»
Genial. Las recomendaciones son oro. Son la mejor forma de conseguir clientes de calidad.
Pero déjame contarte lo que pasa cuando alguien te recomienda en 2025:
Escenario real:
- Tu cliente le dice a su amigo: «Ve a la clínica de María, es buenísima»
- Su amigo saca el móvil y busca en Google: «clínica fisioterapia María [tu ciudad]»
- No apareces en Google
- Busca tu nombre en Google
- Aparece tu dirección… y nada más
- Ve que tu competencia tiene web con fotos, servicios, precios, horarios, formulario de contacto
- Duda. Porque en 2025, no tener web transmite «o es muy viejo o no se toma en serio su negocio»
- Llama a tu competencia
Acabas de perder un cliente que venía recomendado.
No porque seas peor profesional. No porque tu servicio no sea bueno. Sino porque en el momento de la decisión, tu competencia transmitió más confianza. Simplemente porque tenía web.
Las recomendaciones te siguen funcionando. Pero estás perdiendo un porcentaje de ellas que nunca sabrás que existió.
3. «Las webs son muy caras»
Vale, hablemos de dinero. Porque este es el argumento que más me escucho.
Una web profesional básica cuesta entre 900-1.500€. Digamos 1.000€ para redondear.
Parece mucho dinero, ¿verdad?
Ahora déjame preguntarte: ¿Cuánto cobra tu clínica por sesión? ¿40€? ¿50€? Hagamos números con 40€.
- 1.000€ ÷ 40€ = 25 sesiones
Necesitas captar 25 sesiones extra para que la web se pague sola.
Si tu web te consigue solo 2-3 clientes nuevos al mes (que es lo mínimo esperable), en menos de un año está amortizada. Y a partir de ahí, cada cliente que entre por la web son 40€ limpios que no habrías ganado de otra forma.
Pero espera, que aún hay más:
- Mantenimiento web: ~150€/año
- Eso son 4 sesiones al año
- Es decir, necesitas que tu web te traiga 1 cliente cada 3 meses
¿Me estás diciendo que una web que trabaja para ti 24/7 no va a conseguirte ni siquiera 4 clientes al año?
Si ese es el caso, o vives en un pueblo de 200 habitantes donde todos se conocen desde el colegio, o tu servicio tiene un problema más grave que no tener web.
La web no es cara. Lo caro es perder clientes cada mes por no tenerla.
4. «Yo no entiendo de tecnología»
Nadie te está pidiendo que la entiendas.
Tampoco entiendes de fontanería y cuando se te rompe una tubería llamas a un fontanero. No entiendes de electricidad y cuando necesitas una instalación nueva llamas a un electricista.
Tener una web no requiere que sepas de tecnología. Requiere que contrates a alguien que sí sepa.
Y una vez hecha, gestionarla es más fácil que usar WhatsApp. Puedes cambiar textos, subir fotos, actualizar horarios… todo desde un panel visual, sin tocar una línea de código.
«No entiendo de tecnología» no es una razón para no tener web. Es una razón para contratar a alguien que la haga por ti.
5. «No tengo tiempo para gestionarla»
Esta es buena.
¿Cuánto tiempo pasas a la semana respondiendo llamadas de gente preguntando:
- ¿Qué horario tenéis?
- ¿Cuánto cuesta una sesión?
- ¿Dónde estáis exactamente?
- ¿Tratáis [X problema específico]?
- ¿Aceptáis seguros?
Todas esas preguntas podría responderlas tu web automáticamente.
Imagina esto: un cliente potencial entra a tu web a las 11 de la noche (cuando tú estás durmiendo), ve tus servicios, tus precios, tus horarios, rellena el formulario de contacto o directamente reserva cita online.
Al día siguiente, cuando llegas al trabajo, ya tienes un cliente nuevo sin haber levantado un dedo.
Una web no te quita tiempo. Te lo da.
6. «Mi público no usa internet»
Ah, ¿no?
Permíteme dudarlo.
Incluso si tu público es mayoritariamente mayor, te sorprendería saber que:
- El 86% de los españoles mayores de 55 años usa internet regularmente
- El 92% de ellos busca información sobre salud online antes de decidir
- Y aunque ellos no busquen, sus hijos sí buscan por ellos
Ese señor de 70 años que viene a tu consulta quizá no te buscó en Google. Pero su hija sí. Y comparó tu clínica (sin web) con otras dos (con web). Y decidió recomendarte a ti… o a tu competencia.
«Mi público no usa internet» es la excusa del 2010. Estamos en 2025.
7. «Ya tengo página de Facebook»
Genial. Facebook está muy bien. Pero Facebook no es tu web.
Diferencias clave:
Facebook es alquilado. Tu web es tuya. Si mañana Facebook decide cambiar el algoritmo (spoiler: lo hace constantemente), tus publicaciones llegan a un 2% de tus seguidores en lugar del 10%. Si Facebook cierra tu cuenta por error (pasa más de lo que crees), pierdes años de contenido.
Facebook es caótico. Tu web es ordenada. En Facebook, la gente tiene que buscar entre todas tus publicaciones para encontrar información básica. En tu web, tienen un menú claro: Inicio, Servicios, Precios, Contacto.
Facebook es informal. Tu web es profesional. Facebook está bien para publicar novedades y crear comunidad. Pero cuando alguien quiere información seria para tomar una decisión de compra, busca una web. Punto.
Facebook no posiciona en Google. Tu web sí. Cuando alguien busca «fisioterapia [tu ciudad]» en Google, aparecen webs. No páginas de Facebook. Si solo tienes Facebook, simplemente no existes en Google.
Usa Facebook si quieres. Pero no como sustituto de una web. Como complemento.
Lo que realmente está pasando (y no quieres ver)
Déjame ser directo:
Cada mes que pasa sin web, tu competencia te está comiendo terreno. Están captando clientes que podrían ser tuyos. Están construyendo presencia online que les posiciona como referentes. Están invirtiendo en un activo que les genera ingresos pasivos mientras duermen.
Y tú sigues dependiendo 100% del boca a boca, con un crecimiento limitado por el número de personas que físicamente puedes atender y que te recomiendan.
No es que tu negocio vaya mal. Es que podría ir mucho mejor.
Y lo más triste es que dentro de 2-3 años, cuando por fin te decidas a tener web, tu competencia ya habrá construido una presencia online tan sólida que te va a costar el triple de esfuerzo alcanzarles.
La pregunta no es «¿necesito una web?»
La pregunta real es: «¿Puedo permitirme seguir perdiendo clientes cada mes por no tenerla?»
Porque eso es lo que está pasando. Ahora mismo. Mientras lees esto.
Hay alguien en tu ciudad buscando exactamente el servicio que ofreces. Está comparando opciones. Y tú ni siquiera apareces en su radar porque no tienes web.
Ese cliente acaba de irse a tu competencia.
Y mañana pasará lo mismo. Y pasado. Y el mes que viene.
¿Cuántos clientes más estás dispuesto a perder antes de hacer algo al respecto?
Okey, me has convencido. ¿Y ahora qué?
Si has llegado hasta aquí y algo te ha hecho clic (aunque sea un poquito), quizá sea hora de replantearte eso de «no necesito una web».
No tiene por qué ser complicado. No tiene por qué ser caro. Y desde luego, no tiene por qué quitarte tiempo.
Una web básica profesional puede estar lista en menos de un mes. Puede empezar a trabajar para ti desde el día uno. Y puede multiplicar tu capacidad de captar clientes sin que tengas que hacer nada más que seguir siendo bueno en lo que haces.
Tu competencia ya lo está haciendo.
La pregunta es: ¿Cuánto tiempo más vas a esperar tú?
¿Quieres dejar de perder clientes por no tener web?
Hablemos. Sin compromiso. Sin letra pequeña. Solo una conversación de 20 minutos para ver si tiene sentido para tu negocio.
Hablemos de tu (posible) nueva web >>
P.D.: Si después de leer todo esto sigues pensando «ya, pero es que yo no necesito web»… perfecto. De verdad. Sigue haciendo lo que haces. Pero dentro de un año, cuando veas que tu competencia tiene 3 veces más clientes que tú, recuerda que tuviste la oportunidad de hacer algo al respecto.
